El coqueteo praguense, un Reloj Astronómico con problemas dramáticos y un incentivo donde la logística era tan estricta que alguien susurró: "¿Qué raro cómo se siente esto... elegante?". Simplemente lo llamamos bien preparado.
Durante el día: hora dorada en el Puente de Carlos, vistas desde el Castillo y restaurantes donde la gastronomía tiene tanta personalidad como la propia ciudad. Por la noche: un crucero privado por el río Moldava, una cena a cargo de un chef en Malá Strana y conversaciones que suben de tono de forma natural, sin rompehielos (y sin "diversión" forzada).
https://www.way2events.be/nl/cases/5/incentives/2/praag-een-incentive-met-een-hartslag/328
