Cuando llevas 17 generaciones transformando el mundo y cuentas con 400 años de experiencia en la construcción, no celebras tu 50.º aniversario en Europa con una recepción tibia y un listón barato. No. Optas por una experiencia integral que perdure en el tiempo. Y así, esta multinacional llamó a nuestra puerta. Porque si hay algo en lo que way2events no cree, es en la mediocridad.
Una ubicación que se adapta como un guante
Elegimos Dolce La Hulpe, en el cinturón verde de Bruselas. No porque estuviera "bien", sino porque realmente tenía todo lo que este aniversario merecía: estilo, tranquilidad y espacio. Y sí, hicimos del lugar nuestro. Sin transeúntes, sin miradas extrañas. Simplemente un entorno que parecía diseñado por Takenaka: elegante, privado y meticulosamente organizado.
Sin cava. Denos sake.
La forma de recibir a la gente marca la pauta inmediatamente. Así que, esta vez, no hubo una copa de cava obligatoria a la entrada, sino un puesto de sake como Dios manda. Un cálido guiño a Japón, sin exagerar. Esta no era una fiesta belga cualquiera. Era una oda a cincuenta años de tender puentes entre Europa y Japón. Y eso no se demuestra con clichés (por favor, no lo hagan), sino con decisiones que importan.
Taiko como base
Lo mismo ocurre con los espectáculos (musicales). Hay espectáculos que realzan tu evento y otros que lo llevan a la fama. Optamos por estos últimos (¿adivinen qué?). Un espectáculo de tambores taiko que hizo vibrar la sala, aunque por suerte, los ingenieros de construcción de Takenaka mantuvieron la calma. Potente, crudo, preciso. El tipo de actuación que te pone la piel de gallina y del que todavía se habla en la máquina de café por las mañanas. Porque cuando celebras 50 años, mereces ser visto y escuchado.
Detalles que marcan la diferencia
Un telón de fondo para celebrar el aniversario. Origami como un guiño lúdico a la estética japonesa. Menús en japonés… No son detalles para marcar en una lista. Son decisiones que demuestran que te tomas en serio a tus invitados. El respeto no es opcional. Y créenos: la gente lo percibe. Hay una gran diferencia entre "decorar bien una habitación" y "llevarlo todo al siguiente nivel".
Todo organizado, desde la llave hasta la cerradura.
Desde las habitaciones de hotel hasta la cena y la logística: way2events se encargó de todo para el cliente. Sin estrés ni cabos sueltos. Los invitados se registraron, disfrutaron y se marcharon sin darse cuenta de todo el trabajo que se estaba realizando entre bastidores. Justo como nos gusta. Al fin y al cabo, así es como construimos: trabajo duro invisible, resultados impecables visibles.
Para Takenaka, esto fue mucho más que un simple aniversario. Fue, al igual que sus creaciones, un recuerdo que (ojalá) perdure. ¿Entretenimiento ligero? Todo es posible. Pero Takenaka optó por un evento arraigado en su esencia: respeto por la tradición, atención al detalle y siempre con la fuerza para seguir adelante.
Y eso es precisamente lo que representamos en way2events. ¿En serio? No solo construimos un evento. Sentamos cimientos. Y perduran.